martes, 16 de junio de 2009

ENTREVISTA CON LUIS ARÉVALO VENEGAS.











Foto: La Jornada 2006

ENTREVISTA CON LUIS ARÉVALO VENEGAS
ZAPATERO EN EL BARRIO DE TEPITO.
Considero a Tepito como la “Universidad de la vida”, quizá graduación por “maldito”. Y lo que más me molesta es la “gandallez” de “los de afuera” para el barrio.
Luis Arévalo.

Por Verónica Salinas Guevara.

VSG: Coméntenos, ¿ cuál es la importancia del espacio físico en relación a la convivencia familiar de un tepiteño?

LA: Sí, vamos a hablar primero desde el espacio casa, aquí se da un fenómeno importante a raíz del terremoto de 1985 puesto que los espacios se reducen.
Anteriormente con la vecindad, vivía mal el que quería vivir mal o en la mugre. Ahora ha cambiado la convivencia familiar. Antes los espacios eran muy grandes y se daba la convivencia de familia y también había una convivencia de trabajo en los llamados talleres familiares que muchos de estos se encontraban cerca de la vivienda. Hoy no es así, un ejemplo claro es el de un matrimonio joven que no soporta tener de 2 o 3 hijos juntos en un departamento de aproximadamente 45 ó 35 metros cuadrados e inmediatamente los mandan al patio a jugar; pero ahora como no quieren problemas con el vecino los mandan a la calle y cuando los papas menos se lo imaginan el muchacho adquirió problemas de conducta negativos.
Antes la familia tenía espacio para convivir con la familia, para trabajar en el taller sin tener que salirse. El patio era libre y sano con juegos sanos.
A partir de los años 70´s el comercio ha sido uno de los motivos de la desintegración familiar. La familia ha dejado de ser creativa, de ser productiva y ha traído como consecuencia violencia dada en calle y casa porque los vicios de conducta que se van adquiriendo por la cultura occidentalizada daña a la gente originaria del barrio. Problemas graves en las escuelas primarias (estas son ocho aquí en el barrio) hay un ausentismo fatal.
Las escuelas preescolares están saturadas de niños, no porque los padres jóvenes se interesen por su educación sino para que sólo se los cuiden. Algunas mamás andan en la locura de la vendimia y poco es el tiempo que le dedican a sus hijos, otras se desvelan en las noches (en fiestas y prostitución) la mayor parte de la mañana la pasan durmiendo y no hay un interés por educar al niño, por lo que da motivo a que el "chaco" vaya creciendo con vicios de conducta negativos para su vida.
La convivencia familiar y de vecinos: anteriormente en la vecindad se realizaban grandes fiestas con cooperación, unión, convivencia vecinal. Mucha gente tenía la inquietud de crear, tenía un oficio de carpintería, zapatería, o se dedicaba a la artesanía; ahora hay individualidad, el comercio ha provocado envidias y rivalidad, enemistades. En el comercio sólo se presenta la avaricia, el egoísmo ha provocado romper con la tranquilidad y el bienestar “ya no somos los mismos tepiteños de aquel tiempo”.


VSG: Cómo es la convivencia familiar actualmente en el barrio de Tepito a causa de la transformación del espacio físico (anteriormente en la vecindad y hoy en día en el departamento) ?

LA:
Los jóvenes -por ejemplo- están permeados de cultura dada a través de los medios masivos de comunicación y de los juegos “nintendo” y otros.
Porque ahora los jóvenes no pueden permanecer en el patio y salen a la calle donde se violentan con todo lo que ven.

Antes había creatividad y esto se ve reflejado en los juegos infantiles como el juego de las “cebollitas”, “los encantados”, “el avión” o juegos que se daban con objetos como con el trompo, el yoyo y su mundo era la escuela, el trabajo con los papas y sus respectivos ratos de juego, por lo que la mayoría de las conductas eran sanas.
Ahora todos los jóvenes están tras el dinero y hacen cualquier cosa por obtenerlo, como lavar carros -estos son pocos-, muchos papas consiguen un espacio en la calle y ponen a vender a sus hijos.

VSG: ¿Qué papel juega la posición del espacio físico en el barrio?

LA: Los espacios físicos tienen que ver con la conducta de la gente. Insisto que faltan espacios para reflexión -quizá talleres de algún oficio- y recreación, así como el intercambio de experiencias ingeniosas y espacios para distracción; sin embargo todo lo acapara el comercio y su enajenación pues nos dejamos llevar con todo lo nuevo que nos presentan, se vive así también la explotación del espacio, al cobrar caro algunos espacios.
Considero que los espacios en decadencia son:
· La casa (vivienda) “viven los muebles y tú no” (por las prisas no puedes convivir).
· La escuela (donde se presenta un gran índice de deserción). Hay un problema de deserción escolar, sin embargo; no sólo en la escuela se obtiene formación educativa y cultural sino también debe darse aún más a nivel familiar, de padres a hijos y convocar a que se conviva más.
· Espacios de reflexión y convivencia, recreación (los talleres de oficio son importantes).
Y más a parte aún, en el barrio de Tepito eran 84 manzanas prediales, nos han dividido en delegaciones políticas, en distritos electorales, en ejes viales, nos tratan de “desmadrar” a como de lugar.
Hoy, los tepiteños, estamos subordinados por lo moderno, lo moderno “desmadra”, vivimos una cultura del consumismo “apendejador”, los productos que compramos muchas veces no sirven y solo roban espacios en la casa, un ejemplo son los muebles de gran volumen. Los jóvenes conviven totalmente diferente a como se convivía antes, ahora su mayor diversión es en las discos, bares y antros catalogándose como los “muy vividos”, también en fútbol de salón y mínimamente en el deporte en algún deportivo.

VSG: ¿Conqué se identifica más un tepiteño?

LA: Pues mira, hay identidad aún pero se está perdiendo, sin embargo, hay muchas formas como la de ser zapatero porque en Tepito siempre se han producido zapatos, sobre todo en los talleres familiares, hay quienes se identifican con el comercio, otros con los ayateros, amas de casa que luchan por tener su espacio en su hogar.

VSG: ¿Cuáles son las características primordiales de la típica familia tepiteña (antes y ahora)?

LA: Hay dos tipos de familia; la tepiteña y la “tepitera”, la primera es aquella que es originaria del barrio, que vive y trabaja -generalmente de la fayuca- y que cuida con todo esmero al barrio conservando tradiciones y costumbres y la segunda aquella que sólo llega a trabajar - llega de afuera, casi siempre es de provincia- pero que no vive dentro del barrio, también vive de la fayuca pero no le importa en lo más mínimo mantener limpio el barrio y cuidarlo, así mismo no le interesa conservar oficios o espacios de creatividad y reflexión pues su objetivo es sólo vender para ganar dinero; así mismo, poco le interesa seguir conservando tradiciones. (tepiteños, aferrados en querer salvar nuestra identidad y tepiteros que sólo se sirven del barrio).
Los tepiteros son los grupos de oposición, sobre todo son los “chalanes” del comercio que van terminando con los espacios de convivencia y recreación (un ejemplo es el deporte que ya no se da como antes).
Se da mucho el comercio “fritanguero”, el cual utiliza mucho los tanques de gas butano y es un peligro para la comunidad.
En el barrio todavía hay familias “sanas” y por lo tanto creo que Tepito todavía vive porque hay gente de provecho.
Los factores externos que originan violencia son por ejemplo: el adquirir otro tipo de cultura malinchista.
La postura que hoy se maneja en Tepito es que el comercio es la bujía económica que “nos ha sacado de jodidos”. Así como también romper con los oficios tradicionales; esto para mí me parece totalmente incorrecto.
Mi propuesta sería la siguiente: que el tipo ideal de la familia tepiteña se da a través del proceso de trabajo productivo no necesariamente dado por el comercio.

VSG: ¿Cuáles son los problemas más comunes en el barrio?

LA: El problema de la inseguridad y este no sólo se da en Tepito, hay asaltos, matanzas, drogadicción, etc. Considero que hacen falta espacios creativos de trabajos pero no sólo por el comercio.
Pienso que Tepito es aquel barrio que va dando la pausa a otros vicios de conducta en otras colonias o barrios de la Ciudad de México.
Toda la gente “mala” que salía del barrio se iba a la periferia como a Martín Carrera, San Felipe, Gabriel Hernández, entre otras; en la Candelaria de los patos pasó lo mismo, vendieron sus espacios y se fueron a la periferia.

VSG:¿Porqué mucha gente se sale del barrio?

LA: Porque se encuentran persuadidos por “los de afuera”, les llegan propuestas de un mejor espacio, pero aunque estén en cualquier colonia siguen siendo tepiteños, no es lo físico sino lo simbólico.

VSG: ¿Qué es lo que le molesta más a usted como tepiteño?
LA: No hay cosas que me molesten, tengo la capacidad de ver de quien vienen las cosas. Considero a Tepito como la “Universidad de la vida”, quizá graduación por “maldito”. Y lo que más me molesta es la “gandallez” de “los de afuera” para el barrio.

VSG: ¿Usted cree que exista en el tepiteño un cierto sometimiento provocado por toda esa cultura dominante -de los de “afuera”- ?
LA:
Sí, porque se ve reflejado un sometimiento de lo económico, toda o sino es que la mayoría se entrega por el dinero. La mayoría cree que el dinero es la vida y no les importa destruir a su familia con tal de tener mucho dinero.
Tepito va dando ciertos vicios de conducta a muchos lugares. Se presenta un fin político: la fayuca como trampa para la destrucción del barrio, por lo que se genera: egoísmo, envidia, vendimia de “todos contra todos”.
La familia se llega a transformar, pues la mamá deja de guisar en la casa, y el espacio comedor ya no es habitado, ya no hay tiempo de poner las cartas sobre la mesa, y si llega a caer económicamente un fayuquero -que casi siempre es el papá- se genera una notable desintegración familiar y el dinero se comienza a ganar de una manera aún más fácil. Hoy en día hay mucho individualismo.

VSG: ¿Ante toda la problemática social que vive en la actualidad el barrio de Tepito, qué es lo que usted propone?
LA:
Mi propuesta es la participación de los tepiteños con el fin de "revalorar" al barrio culturalmente, no sólo en las manifestaciones materiales, sino las no materiales o intangibles como es el lenguaje, la religiosidad, los mitos, tradiciones, leyendas, costumbres y otras manifestaciones simbólicas.


Luis Arévalo es zapatero en el barrio de Tepito, el taller de trabajo tradicional se encuentra ubicado en la calle de Vidal Alcocer # 114, Col. Morelos.

Taller Libre de Tepito del Arte del Calzado "TLITEACAL".

Programa de incorporación al trabajo productivo de personas discapacitadas de la tercera edad y con problemas de adicción a las drogas.
OBJETIVOS:
1.- Incorporar al trabajo productivo a las personas discapacitadas de la tercera edad y aquellos que tienen problemas de adicción a las drogas.
2.- Rescatar el oficio de zapatero en el barrio de Tepito como alternativa de desarrollo.
3.- Preparar y capacitar a jóvenes para contar con recursos humanos altamente calificados.
4.-Fomentar el desarrollo de microempresas o talleres familiares como forma de trabajo en los que sus integrantes resulten los propietarios.
Requisitos: Sólo uno: ganas de participar en proyectos que beneficien a la comunidad del barrio.
Encargado del programa: Antonio Contreras Mata.
Coordinador del TLITEACAL: Luis Arévalo Venegas.

3 comentarios:

  1. Hola! Me gustaria contactar al Sr.Luis Arevalo Venegas, me podria dar algun correo electronico o un numero de contacto. Gracias!

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    1. casa de la cultura grupo modelo metro normal calle tonanzi # 33

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  2. perdon losdomingos de 9 a.m en adelante

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